Vivir en la calle es una realidad brutal para muchas familias en la Ciudad de México, una metrópolis que refleja las desigualdades y desafíos de nuestra sociedad. Estas familias luchan diariamente por encontrar un lugar seguro donde dormir, comida para alimentarse y oportunidades para mejorar su situación. En medio del progreso de la capital mexicana, la vida en situación de calle presenta un contraste desgarrador que pone en tela de juicio la cohesión social.
Las causas de la situación de calle son diversas y complejas, ya que a menudo están relacionadas con la pobreza extrema, la falta de empleo, la violencia familiar, la adicción a las drogas y problemas de salud mental. Muchas de estas familias han sido desplazadas de sus hogares por diversas circunstancias y se encuentran en una situación desesperada en la que cada día es una lucha por sobrevivir.
En la Ciudad de México, se estima que hay miles de personas viviendo en la calle, y entre ellas se encuentran muchas familias con niños, niñas, jóvenes y adolescentes. Ellos enfrentan condiciones extremadamente difíciles, expuestos a la violencia, el abuso y la falta de acceso a la educación y la atención médica adecuada, en muchos de los casos no están registrados. Para estas familias, la calle se convierte en un lugar hostil y peligroso, donde la esperanza de una vida digna parece cada vez más lejana.
Las autoridades locales y las organizaciones de la sociedad civil han implementado programas para ayudar a las personas en situación de calle, pero la magnitud del problema sigue siendo abrumadora.
Una de las principales barreras para salir de la calle es la falta de vivienda adecuada. En la Ciudad de México, el acceso a una vivienda digna es cada vez más difícil debido al alto costo de la vivienda y la falta de políticas públicas efectivas en materia de vivienda social. Muchas familias en situación de calle se encuentran atrapadas en un ciclo de pobreza y exclusión social, sin poder acceder a las oportunidades que les permitirían salir adelante.
Otro problema importante es la falta de acceso a servicios básicos como el agua potable, el saneamiento y la atención médica. Las familias en situación de calle a menudo carecen de acceso a servicios de salud adecuados, lo que agrava sus problemas de salud y reduce sus posibilidades de salir de la calle. Además, la falta de acceso a servicios básicos dificulta aún más la posibilidad de que estas familias puedan reintegrarse a la sociedad.
Para abordar eficazmente la situación de las familias en situación de calle, hay que adoptar un enfoque integral que aborde las causas subyacentes de la situación de calle y brinde apoyo integral a las familias afectadas. Esto incluye la implementación de políticas públicas efectivas en materia de vivienda, el fortalecimiento de los servicios de salud y la atención social, y la promoción de la inclusión social y la igualdad de oportunidades para todos.
En última instancia, la situación de las familias en situación de calle en la Ciudad de México es un reflejo de las desigualdades y desafíos más amplios que enfrenta nuestra sociedad. Abordar este problema requiere un compromiso firme de las autoridades, la sociedad civil y la comunidad para garantizar que todas las personas, sin importar su situación social o económica, puedan vivir una vida digna y plena.
“Existe una tercera generación: se trata de niños que nacen en la calle porque sus padres vivieron ahí, quienes a su vez son hijos de personas que también radicaron en sitios públicos. Es el modo de vida que conocen”
Ruíz Coronel, 2020.
Escrito por: Programa de Atención de Familias (PAF).