Situación en Calle de niñas, niños y adolescentes

Situación en Calle de niñas, niños y adolescentes

Resolver la problemática de niños, niñas y adolescentes (NNA) en situación de calle es muy complejo, se ha intentado tanto por gobiernos como por instituciones de la sociedad civil desde tres perspectivas: un enfoque basado en los derechos del niño, donde se le reconoce como sujeto con plena libertad para ejercerlos y decidir sobre sí mismo; otro enfoque es asistencial, que busca “rescatar” al niño de la calle para darle comida, techo, vestido y así resolver sus necesidades más básicas, desde una perspectiva tutelar que no toma en cuenta sus opiniones; y un tercer enfoque es el represivo, donde se ve al niño como un potencial peligro que debe ser removido de las calles por la fuerza pública.

La comunidad internacional se ha preocupado por este tema y en la observación general número 21 sobre niños de la calle, realizada por el comité de los derechos del niño, de Naciones Unidas, se insta a los Estados a adoptar estrategias integrales a largo plazo. Lo primero y más importante, es que los Estados reúnan información sobre los niños en situación de calle, que permita realizar un diagnóstico más preciso de la problemática. Con esta información poder: eliminar las disposiciones que discriminen, directa o indirectamente a los niños, sus padres o familias; abolir las disposiciones que respalden las redadas en espacios públicos; despenalizar, cuando proceda, el delito de mendicidad, toques de queda y los delitos que criminalizan a las víctimas de explotación sexual.

El Estado debe garantizar la aplicación de una ley de protección de NNA, fundamentada en un enfoque basada en los derechos del niño, donde se asegure que los niños que viven en la calle tengan acceso a servicios básicos: salud, educación, justicia, cultura, deporte, información. Asimismo, deben velar porque sus sistemas de protección de la infancia, presten servicios especializados en la calle, en los que participen trabajadores sociales capacitados, con un conocimiento sólido de las conexiones callejeras, que puedan ayudar a niños a reestablecer el contacto con la familia, los servicios de la comunidad y la sociedad en general.

Desde una perspectiva de derechos, Fundación Pro Niños trabaja todos los días en acompañar a niñas, niños, adolescentes, jóvenes y familias en situación y riesgo de calle, donde creemos que ellos son dueños de su propio destino, y deben tomar sus decisiones. El trabajo preventivo desde las familias y escuelas resulta crucial para atender la problemática de callejerización. Nuestra misión no es “rescatar” niños de la calle, nuestra misión es dotarlos de todas las herramientas posibles para que ellos logren decidir y construir un proyecto de vida diferente al que tienen.

¿Por qué donar es importante?

¿Por qué donar es importante?

El apoyo proporcionado por los donantes y financiadoras permite mantener los programas de atención y, por supuesto, dar respuesta a emergencias humanitarias que requieren una atención inmediata, como sucedió con la pandemia del 2019.

¡Donar se siente bien!

Tú donativo permite:

  • Ayudar niños a niñas a no desertar sus estudios
  • Ayudar a Familias a tener habilidades de crianza
  • Ayudar a jóvenes a tener una vida independiente
  • Crear un entorno seguro para ellos y ellas

Además:

  • Refuerzas tu compromiso social
  • Ayudas a solucionar el problema de la callejerización/ pobreza en México
  • Incrementas la solidaridad y generosidad

 

Tú puedes crear nuevas oportunidades para niñas, niños, y jóvenes en situación de calle. 

Conoce a la Familia Gutiérrez

Conoce a la Familia Gutiérrez

Verónica es madre de tres hijos: Eduardo de 14 años, Luis de 13 y Hugo de 11. Como muchas madres tiene que dividir su tiempo entre el trabajo, la casa y la familia. Vero, como le llaman sus amigas del puesto de ropa donde trabaja, nos comparte una de las pruebas más difíciles que tuvo que enfrentar: separarse de sus hijos y verlos en situación de calle con su padre. Fueron tiempos difíciles para la familia Gutiérrez, pero contra toda adversidad lograron salir adelante.

Vero nos cuenta cómo uno de los educadores se acercó a sus hijos para invitarlos a Pro Niños. Aquí, la familia Gutiérrez recibió asesoría del Programa de Atención a Familias (PAF) y poco a poco su relación familiar fue mejorando. “Pues sí he notado un cambio. Antes mi familia estaba como en desorden y hoy la noto diferente. A mis hijos les han enseñado hábitos que ellos no tenían, a veces uno como padre deja pasar las cosas. Ahorita me he dado cuenta que hay un cambio muy grande en ellos y en mí. Eso de entrar al taller de habilidades para padres, me enseñó a relacionarme más con ellos. Aprendí cómo debo acercarme, en especial con Eduardo el mayor que ya es un adolescente. Hoy me siento mejor y más cerca de mis hijos.”

Hoy cada miembro de la familia tiene sus metas más claras. Luis quiere ser un biólogo marino cuando sea grande y por las noches sueña en transformarse en tiburón; Para Hugo persiste la meta de ser futbolista en su equipo favorito, por lo pronto sigue jugando por las tardes con sus cuates de la escuela y Vero está decidida a recuperar la casa que perdió, con la finalidad de darles una mejor vida a sus hijos.